El conocimiento neurocientífico es importante
en la formación del docente, pues el cerebro es el responsable de nuestras
acciones, ya sean alegrías, tristezas, aflicción, desaliento, diversión, o
cualquier reacción que tengamos ante una situación presentada; es aquí donde
juega el docente un papel primordial en la formación de sus estudiantes, pues,
si el docente aprende a reconocer las manifestaciones o reacciones de sus
estudiantes, ¿cómo aprenden?, si captan la información proporcionada, si
prestan atención, ¿qué les gusta o motiva?, sería una estrategia que le sirve
para la toma de decisiones en los procesos pedagógicos.
La memoria es aquel almacenamiento que le
permite al organismo poder codificar, almacenar y recuperar aquella información
guardada para utilizarla en un momento determinado, pues, existen aprendizajes
a corto, mediano o largo plazo, dependiendo de la forma como hemos adquirido y
almacenado esa información en nuestra estructura cognitiva. Memorizar algo
implica, repetir esa información varias veces, dependiendo en cierta medida de
la capacidad de aprendizaje de cada individuo, pues, muchas personas, como se
dice, tienen más retentivas que otras.
La motivación es una pieza clave en el crecimiento de los
estudiantes. El papel del docente juega un papel primordial a la hora de
enseñar; si el docente no refleja una actitud positiva, motivadora, sus
estudiantes no mostrarán interés alguno; si hay estudiantes desmotivados el
aprendizaje no se logrará.
El poder de la mente es infinito; nos permite alcanzar
nuestras metas si no los proponemos. Visualizar antes de aprender implica que
el alumno pueda grabar en su estructura cognitiva el objeto, concepto,
imágenes, colores, etc. que está captando en el momento a través de la vista, y
pueda ser guardado en el cerebro en la parte del hipocampo, logrando un
aprendizaje a largo plazo.
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